jueves, 28 de julio de 2016

GRACIAS POR ARROPARME...

Una mañana de invierno una de las azafatas del avión que hacía cualquier ruta de vuelo se dirigía por el pasillo del avión hacia la cabina de mando después de atender a los pasajeros. Se acercó a unos de los pilotos y les informó que la cabina de descanso estaba libre. Entonces el hombre se levantó y se marchó a dormir un rato. Cuando el piloto entró en la pequeña cabina que estaba a oscuras, se percató de un pequeño bulto que sobresalía de la litera. Había alguien durmiendo, lo que le pareció muy extraño, ya que la azafata le aseguró que dicha cabina estaba vacía. Alumbró con una pequeña linterna de bolsillo hacia la cama y vio que una niña de aproximadamente 5 años estaba recostada sobre la litera. La arropó con una manta y sin hacer mucho ruido se retiró de la habitación.


Inmediatamente fue a buscar a la azafata y le contó lo que había sucedido. Ésta le dijo que era imposible, porque no iban niños en ese vuelo. El piloto no se lo podía creer, él había tocado con sus propias manos el cuerpo de la pequeña, incluso notó su respiración mientras dormía.
Entonces la azafata con cara de preocupación le dijo- ¿Ve usted a esa pareja de allí al fondo? ¿La ve?-repetía, dirigiéndose con la cabeza hacia una pareja joven con los rostros pálidos y demacrados.
Sí, por supuesto que los veo... afirmó. ¿Pero qué tienen que ver ellos con lo que sucedido? preguntó confundido.
Se dirigen al entierro de su hija, ella va abajo en un ataúd junto con el resto de las mercancías... contestó ella.
El piloto se quedó helado al escuchar la noticia y salió corriendo a la cabina donde vio a la niña. Allí no había nadie. Se acercó al baño a refrescarse la cara y al mirarse en el espejo se dio cuenta de que alguien con un pequeño dedo había escrito: GRACIAS POR ARROPARME...



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