martes, 2 de agosto de 2016

El experimento de revivir a los muertos

Robert Cornish, de la Universidad de Carlifornia, fué un médico y biólogo estadounidense cuyas prácticas eran reprobables por la sociedad y prohibidas por la ley.
En los años 30, Cornish creía que había perfeccionado una forma de levantar a los muertos. Experimentó con animales, en principio 5 perros a quienes asfixió con gas nitrógeno, y luego de 10 minutos de muertos aplicaría su técnica. Los 3 primeros fueron un fracaso pero Cornish aseguró que los últimos 2 sobrevivieron, aunque con serios daños cerebrales y alteraciones motrices, y tiempo después murieron.
Su experimento consistía en poner a los animales muertos en un “sube y baja” para hacer circular la sangre, mientras les inyectaba una solución salina saturada de oxígeno, adrenalina y anticoagulantes. La prensa prestó cobertura modesta pero el morbo y los aparentes éxitos alentaban a Cornish a continuar y años después, en 1947, anunció que estaba listo para realizar el experimento con un humano. Consiguió un prisionero condenado a muerte, Thomas McMonigle, que aceptó ser un conejillo de indias. Pero el estado de California le negó el permiso a Cornish, pues por ley deberían liberar a McMonigle si la técnica funcionaba...

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